¿Por qué?

Después de leer las memorias de Alejandro Llano, un filósofo español, en su libro "Olor A Yerba Seca", redescubrí mis propias memorias, y de alguna manera también desperté de un profundo sueño en el que me había sumido y creo que todos tenemos a veces que volver a "despertar".

Y al oler nuestras propias yerbas secas, recordaremos quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos...

El Nacimiento del Derecho

                   Quien se pusiera a analizar -verdaderamente- la similitud entre una mujer adulta y un bebé recién nacido, notaría de manera llamativa las muchas diferencias que hay entre los dos sujetos. Notaría diferencias desproporcionadas en el tamaño, tal vez en su sexo, en su capacidad intelectiva, en sus fuerzas, etc. Y sin embargo, ¿Cómo tener la certeza de la evidente relación que guardan si a simple viste son distintos? Sencillo, por el origen. Resulta una gran herramienta conocer el ¿De dónde viene? para poder conocer mejor el ¿Qué es? El conocer que los bebes vienen de las mujeres, que se originan en ellas, es un primer punto de partida para conocer mejor qué son, que características posee el bebe como sus accidentes, entender el porqué heredó los mismos ojos de la madre, o su color de pelo; pero sobretodo puedo intuir una relación mucho más profunda que guardan ambos: su naturaleza.

                Algo muy similar se le cruzó por la cabeza a Marco Tulio Cicerón cuando realizaba su planteamiento sobre cómo conocer mejor al derecho. Si es que el origen del derecho se encontraba sólo en la ley, entonces quedaba la puerta abierta para hacer ley el arbitrio de las personas -o de la mayoría- y convertir eso en derecho. Entonces yo pudiera crear leyes que me permitan matar indiscriminadamente, robar, violar... pero ¿verdaderamente eso es derecho? ¿No se supone que el derecho me debe llevar a la justicia? Con mucho ímpetu, legalizar cualquiera de esas injusticias (robo, violación...) clamaría a los cielos, pues bueno o malo no es lo que la ley me diga sino lo que en la realidad sea. Cicerón afirma que "En cuanto al derecho fundamental, tomémosle de aquella ley suprema, que ha nacido para todos los siglos antes de que existiese ninguna ley escrita, antes de que se fundase ninguna ciudad" porque reconoce que la justicia trasciende a la escrituralidad de las leyes, es algo que va más allá, y que rige a todos los hombres. No se puede entender a la justicia sin derecho, entonces para entender -verdaderamente-  sobre el derecho debemos remontarnos a sus orígenes, al mismo hombre.


                ¿Pero en qué parte del hombre debemos buscar el derecho? Si es que Cicerón está en lo correcto y es evidente que sobre el Derecho hay algo que debe permanecer -pues si su fin es hacer justicia, o la haces o no- quiere decir que debemos buscar el derecho en el hombre en tanto y en cuanto a su permanencia, es decir en lo que no cambia del hombre: su naturaleza. Solo entendiendo el derecho, en la naturaleza humana, podemos encontrar que no es otra cosa que la recta razón en cuanto manda o prohíbe; porque en la naturaleza humana está el discernimiento de lo bueno y de lo malo, de lo justo y de lo injusto. Trascendiendo mas allá de la escritura, de las leyes o de cualquier otra cosa y por eso se entiende que el derecho tiene un principal fundamento: la dignidad humana. 

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