De la Dialéctica y el Fundamento
Influido
por Feuerbach -izquierdista hegeliano- cuando
Marx en su Dialéctica, materializa el
Idealismo Absoluto del Geist; niega
toda posible concepción de lo espiritual, entendido en sentido metafísico, sobre
la realidad. Con salvedad, Marx resguardó una cosa del la filosofía de Hegel:
La concepción dialéctica o evolucionista de la realidad. Aunque hoy en día es evidente el fracaso de
la aplicación de la filosofía marxista, fue -quizás- la doctrina más difundida
y acogida del siglo XX. Muchos podrían preguntarse: ¿Qué pasó? ¿Cómo algo tan
aparentemente lógico pudo conducir al fracaso? ¿Acaso el razonamiento estaba
errado? ¿No eran válidos sus argumentos? Como en el habla popular muchas veces
esconde una sabiduría ancestral: mala
hierba nunca muere y por esa razón en la actualidad surgen pensadores
pseudocientíficos que con sus razonamientos pretenden haber descubierto el agua
tibia, yéndose en contra de muchas verdades conocidas -tan antiguas como el
hombre- tildándolas de dogmáticas, religiosas, anticuadas, absurdas, etc. Con
su relativismo pretenden construir una realidad revolucionaría -¡Moderna!- cuando sus argumentos "modernos"
fueron ya usados por Protágoras y Gorgias -y también superados- en el siglo V
a.C. Las mismas preguntas pueden
plantearse sobre estos nuevos pensadores tan difundidos y aunque la Historia será
la juez de su caída, para mí quedaron las incógnitas muy claras y evidentes
después de una clase con un profesor muy particular, se hizo evidente el ¿Qué pasó?
Este ilustre
catedrático y jurista inició su discurso con una invitación muy elocuente: "Queridos jóvenes, tengan muy en cuenta
una cosa: si el arquitecto se equivoca al construir una casa, esta se cae y
pueden morir unas veinte personas. Que peligroso es si es que el médico se
equivoca, puede matar la vida de sus pacientes. Pero ustedes mis queridos
jóvenes, ustedes, tendrán en sus manos un arma muy poderosa: el Derecho.
Nosotros no tenemos un par de vidas a nuestro cargo ¡Tenemos una Nación, un
Mundo! ¡Nosotros obligamos a las personas a hacer cosas! Pero es que no tengo
plata para poder... No señor... ¡Usted
tiene que pagar! ¿Se dan cuenta mis queridos jóvenes? ¡Qué Responsabilidad! Por
eso quería a ustedes, los futuros juristas de la Nación, invitarles a que ¡por
favor! sean Responsables" Me pareció un inicio bastante bueno, pero a
medida que se fue desarrollando el conversatorio, se tocaron temas ásperos y
conflictivos. Él empezó a defender al aborto, al Movimiento GLBTI, al Positivismo...
y para sustentar su postura sobre si existe algo anterior al Derecho,
fundamento de su regulación, dijo: "Existe
algo que yo llamo Metaderecho, y es un conjunto de valores propios de una
coyuntura determinada que se ven plasmados en la Constitución." Este
conjunto de valores son relativos a las sociedades, variables... no es que haya
una verdad sobre ellos, son los que tiene la sociedad en ese momento y entonces esos los plasmamos en la Constitución."
Le planteamos una incógnita : ¿Puede
llegar un punto en el que los valores de la sociedad digan que matar está bien
y lo plasmaríamos en la Constitución? -Así es- Fue la temida respuesta.
De
esta manera su cátedra se resumía en que el Derecho es relativo, cambiante, y
que se plasman los valores - también cambiantes- determinados por la sociedad.
Entonces le plantemos la última pregunta: "Doctor, si es que los valores que se plasman son cambiantes y
relativos... ¿Entonces cómo usted pretende pedirnos que seamos responsables?
¿Qué pasa si es que nuestros valores nos dicen que hay que ser utilitaristas? Resultaría
que da igual que usted nos pida que seamos responsables -es relativo- o más
fácil simplemente no existe la responsabilidad." En ese instante el doctor
guardó silencio y no supo responder a la última incógnita. Fue en ese preciso
momento cuando entendí el ¿Qué pasó? La
solución, sencilla: confundió validez
con verdad. Toda su teoría parecía
mantenerse en pie gracias a su punto de partida: Porque -por ejemplo- si es que el matrimonio es
relativo, también se pudieran casar personas del mismo sexo. Si parte de esa
postura, entonces es un razonamiento muy lógico y coherente. Pero el problema
es que la coherencia no necesariamente me habla sobre la realidad. Coherencia la
RAE la define como: actitud lógica y
consecuente con una posición anterior. Entonces es insuficiente la
coherencia, solo me habla sobre consecuencias lógicas; no obstante,
tranquilamente se pudiera realizar un razonamiento válido sin que sea
verdadero. La conclusión Todos los
elefantes son azules sería una conclusión muy lógica y -por tanto- válida
si tomo como premisas: Todos los animales
son azules y Todos los elefantes son
animales. Evidentemente es un error afirmar que todos los elefantes son
azules, pues la coherencia se la realizo sin la debida base: la verdad.
El
problema de afirmar un relativismo absoluto es: que simplemente es imposible e
incluso contradictorio. Quién afirma todo
es relativo y no hay verdad absoluta, ya está de por sí pretendiendo realizar
la única verdad absoluta: que todo es relativo; por lo que caería en una
contradicción. Esa fue la razón por la cual este profesor jurista no pudo
responder a la última pregunta que le fue planteada y es que evidentemente se
había contradicho él mismo. Pues si es que todo es relativo: los valores, las
costumbres, el Bien Común, etc. entonces la Responsabilidad -que también es un
valor- sería relativa y por consecuencia no pudiera él pedirnos
Responsabilidad. La realidad es que para tener un razonamiento no sólo lógico,
sino también verdadero es necesario partir de una verdad, caso contrario sería
imposible el conocimiento. Solo cuando el razonamiento parte de una verdad, es
un razonamiento que se apega a la realidad y es completamente defendible, pues
es una representación de la realidad. Ahora, demostrada la imposibilidad -el
problema- del relativismo, ¿Qué sucedería si simplemente decido pasar de la
verdad? ¿Si decido no prestarle importancia? Lo que ocurriría es que sería
inviable, todo resultaría un tremendo caos; porque si es que alguien decide
pasar de la verdad, entonces yo también lo pudiera hacer. Resultaría algo muy
peligroso pues por ejemplo en el ámbito legal: Si pasas de la verdad, no tienes
nunca razón ni si quiera para reclamar derechos; porque los derechos o son
verdad o no son nada. Si alguien atenta contra algún derecho, no habría
posibilidad de reclamarle si decide pasar de esa verdad.
Finalmente
resulta evidente y oportuno el silencio de los razonamientos pseudocientíficos
-como el de aquel jurista-, pues cualquiera puede construir proposiciones
lógicas que resulten válidas y coherentes -de hecho así se crean los cuentos-
pero estos razonamientos carecen de un profundo sentido porque en el fondo no
yacen sobre verdad alguna. En consecuencia, es el deber más alto de todo aquel
que pretenda ahondar en el conocimiento humano, fundamentarse en la verdad pues
es la búsqueda de la verdad lo único que lleva al ser humano a su perfección.
Así como en el alimento de un niño recién nacido, la verdad sea que necesita de
la leche materna para poder crecer y desarrollarse y en el descubrimiento de
esa verdad el niño se perfecciona; es la verdad quien lleva al hombre al Bien y
sólo el fundamento de la Verdad, es el argumento más sólido y que permite responder
todas las preguntas porque siempre habrá una sola respuesta sobre la realidad:
la verdad.
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